Crueles mercenarios, laboratorios farmacéuticos sin escrúpulos, un periodista desorientado, una bella viuda millonaria… y un misterioso informe científico perdido en el invierno de dos ciudades emblemáticas: Barcelona y Madrid.
Uno de los muertos, es una corrosiva novela de personajes al límite que bebe de las obras de maestros del género como Vázquez Montalbán. En su interior se retratan las calles adulteradas de una ciudad que desaparece a golpe de posmodernidad y violencia, de negocios que echan el cierre, pero que siempre quedarán en la ilusión del lector y en las páginas de esta espléndida historia.
Es una de las novelas que más nos han seducido en los últimos tiempos por su frescura, sus pocos complejos, su escritura poderosa, etc. La historia se articula en torno a la búsqueda de un informe farmacéutico secreto. Esto es lo que pone en marcha el argumento y da ritmo a la novela, pero lo fundamental son sus personajes y el mundo en el que viven, la Barcelona que describe, asfixiada por el tráfico y alguna que otra mafia, el Madrid navideño, las calles del ensanche, los restaurantes donde comer bien, los amigos que no fallan, y el descaro de un protagonista egoísta, enamorado y perseguido.
Sinopsis
La extraña muerte del empresario farmacéutico Diego Carbonell con el que pocas horas antes se ha reunido pone patas arriba la tranquila existencia de Óscar Ripoll, un periodista barcelonés en paro, descreído y holgazán. La supuesta causa de la muerte es un portafolio extraviado, propiedad de Carbonell y que contiene una comprometedora información del sector farmacéutico, lo que hace que el protagonista (la última persona que lo vio con vida) se convierta, junto con la atractiva viuda de Carbonell, en el sospechoso principal y centro de un trepidante juego de persecuciones entre Madrid y Barcelona.
Un thriller corrosivo, irónico y entrañable poblado por curiosos personajes como exmilitares de elite, gerifaltes del sector químico, charnegos gays, líderes de partidos derechistas y simpatizantes de ERC, que pone en suspenso al opaco y siempre polémico sector farmacéutico y que hermana, por medio de la mirada nostálgica con la que son tratadas, a dos ciudades rivales como Madrid y Barcelona: dos ciudades desubicadas y a la deriva engullidas por la indolencia y la hipocresía propias de esta era posmoderna. «Uno de los muertos», una corrosiva novela de personajes al límite que bebe de las obras de maestros del género como Vázquez Montalbán. En su interior se retratan las calles adulteradas de una ciudad que desaparece a golpe de posmodernidad y violencia, de negocios que echan el cierre, pero que siempre quedarán en la ilusión del lector y en las páginas de esta espléndida historia.